DESARROLLO ESPIRITUAL

Conocemos que el desarrollo espiritual es la experiencia más profunda y sutil que el Ser Humano puede experimentar por sí mismo. A través de esta disciplina, la personalidad individual se fortalece y se transforma mientras crece el control interno, la armonía, paz y la tranquilidad.

Cada persona nació con un propósito y una meta que debe lograr en el transcurso de su vida: La Evolución. Por esta razón es muy importante vencer todos los obstáculos que se presenten e intenten alejarnos de este sendero de realización individual que nos conduce a la perfección.

El desarrollo de la espiritualidad en los seres humanos se refiere a la elevación de nuestro espíritu para conectarse con el Yo superior y crear la conciencia de UNIDAD CON EL TODO Y CON EL UNIVERSO.

El proceso para desarrollar la espiritualidad es largo, ya que nos lleva varias encarnaciones (vidas enteras) y cada una de ellas deja una marca en nuestro desarrollo del espíritu, por lo tanto influye en el avance o retroceso en nuestro camino hacia la Luz.

Cuando existe un vacío espiritual en el hombre, esto se refleja como insatisfacción, inseguridad y sufrimiento. Sin embargo, el Ser Humano no tiene razón para sufrir porque dentro de él está la fuente de la felicidad y la sabiduría. Esa es la meta del hombre: que el individuo se reconozca a sí mismo, y que aprenda a activar los niveles más sutiles de su mente y canalice correctamente todo el caudal de energía interna que posee y que por ignorancia está desperdiciando.

En la actualidad estamos viviendo momentos muy difíciles, las características principales del hombre moderno son el miedo, inseguridad, desconfianza, sufrimiento, enfermedad, agresividad, inestabilidad y superficialidad. Esta desesperación se manifiesta en su rostro triste, el caminar cansado y en esa búsqueda constante de algo que llene su vida existencial; no importa lo que sea. En ese estado de ignorancia aparecen entonces toda clase de vicios y pasiones que destruyen aún más su existencia y le envían al precipicio de la muerte en vida.

El hombre necesita una disciplina que le ayude a salir del caos, dándole a la vez una oportunidad para llevar una vida libre según su propia evolución. El hombre no reconoce que tiene que hacer un esfuerzo por educar su mente y por concentrar esa energía que desperdicia diariamente en acciones y pensamientos sin valor. Lo que el ser humano necesita es un entrenamiento profundo para que aprenda a utilizar mejor los instrumentos que la Naturaleza en su benevolencia, le ha otorgado: cuerpo, mente, intelecto y más.

En el conocimiento interno se encuentra cimentado todo un universo de experiencias elevadas que pueden conducir al individuo hasta los niveles más sutiles de la conciencia individual y por ende hasta la fuente misma de la Sabiduría.

Todos aquellos que no se conforman con comer, dormir, trabajar, tener relaciones íntimas y morirse; sino que por el contrario, piensan que la vida debe de tener algún otro significado y están dispuestos a buscar el camino de regreso hacia el Origen Divino, están en el camino correcto pues caminan hacia la Luz; ahora sólo deben, con el propósito de ampliar sus horizontes mentales, mejorar sus capacidades latentes y despertar todo su gran potencial místico interno, con el fin de descubrir y dejar que se manifieste el mayor tesoro almacenado en lo más recóndito de su ser: El YO INTERNO.